lunes, 14 de julio de 2014

El otro Cielo


Cuando era niño mi mamá me contaba sobre el cielo y el infierno. me decía que si me portaba bien y si me comía todas las verduras y hacía mi tarea y era buen niño, cuando muriera me iría al cielo. En aquel tiempo las "ventajas" de irte al cielo no eran muy claras; por ejemplo, vivir siempre feliz creo que fue la única que pudo enumerar mi mamá. En cambio, si me portaba mal y no me comía las verduras y si era muy travieso y no me dormía temprano me iba a ir al infierno y ahí si la cosa se ponía muy fea. En el infierno había un señor que se llamaba "diablo", que nunca se bañaba, era rojo y tenía cuernos en la cabeza, y que era muy malo y ahí, en el infierno, siempre había fuego y muchas cucarachas. Yo con eso me apanicaba ya que mi experiencia con las cucarachas siempre ha sido "complicada" y más que el fuego y todo lo demás, eran las cucarachas lo que me tenía entre la espada y la pared.
Cuando crecí fui descubriendo que eso del cielo y el infierno no era muy del todo "cierto". Por ejemplo, en el infierno "estaban" todas las mujeres "malas" y yo siempre tuve debilidad hacía ellas; para mí, las mujeres "malas" eran las más divertidas y las más guapas. También al infierno todas las personas ricas se iban a ir y el cielo, según mi mamá, solo sería para los pobres. - ¿entonces para que tendría que estudiar y trabajar, mamá? - le pregunté un día. Ese día me quede sin postre. O sea, en el cielo la gente era pobre y todos se portaban bien y nadie hacía travesuras; eso no era ser feliz; al menos no aquí. Quizás en China o en la India o en África donde hay muchos pobres y cuando salen en la tele se ven sonrientes, sin tener que comer y sin ropa, pero sonrientes. El cielo no me gustaba mucho.
En mi adolescencia alguien me explico que todo eso del cielo y el infierno no era más que una "metáfora" y que realmente las cosas no eran tal como nos la contaban, el chiste de todo era ser buenas personas y tratar de salir adelante. En el mundo había gente buena y gente mala y con el pasar de los años he descubierto que la proporción es de diez a uno. A favor de la gente mala. Y lo peor de todo es que la gente mala se "disfraza" de gente buena y te hacen creer en ellos y cuando todo parece estar muy bien, ¡Tómala! te ensartan sin piedad y sin vaselina. Ahora me imaginaba un infierno del tamaño de la ciudad de México, así enorme y caótico y el cielo del tamaño de un ranchito, así solo y abandonado. Pero toda mi vida ha sido de elegir mal y estar con los perdedores, por eso yo creo que le voy al "Cruz azul", pero no es tan malo porque solamente perdemos en las finales.
Entonces el cielo seguía sin convencerme. ¡Toda la diversión está en el infierno! Si tienes un problema legal, ¡Todos los abogados están en el infierno! Si te gusta el metal ¡Todos los metaleros nos vamos al infierno! si te la pasas "chocando los carritos" con la vecina, ¡Los dos al infierno! Si te gusta la comida, la bebida, la fumada, la mota o los videojuegos ¡Derechito al infierno!  ¿Pues de que se trata? ¿De ser virgen, flaco, pobre, desnutrido y amargado? Eso no es ser feliz. Y bueno, no concibo la felicidad sin un poco de buen rock y una bella mujer a tu lado. Y una PlayStation con su respectiva pantalla de 80 pulgadas y un buen sonido.
Un día tuve un gatito y lo quise mucho. Duro conmigo como dos años y una noche como todas las demás noches, salió a jugar y a parrandear con los de su misma especie. Por la mañana esperaba verlo como todas las mañanas, en la puerta de la casa, esperando a que le dejara entrar y pasar el resto del día dormido, soñando en las travesuras que hizo la noche anterior. No lo encontré y pensé que a lo mejor se había encontrado a una linda gatita y andaba "perpetuando la especie", así que me fui a trabajar. Regresé a la casa a la hora de la comida y baje del carro y al momento de abrir la puerta, escuche un maullido que venía de la calle. me volteé y no vi nada, pero el gatito volvió a maullar y lo pude ubicar abajo del coche del vecino de enfrente. Mi gato estaba herido. Lo lleve al veterinario y me dijo que un perro lo había mordido y las mordidas le habían perforado un pulmón y la columna vertebral. El gatito estaba sufriendo mucho y me dijo que lo mejor era "dormirlo". La decisión siempre es difícil, pero era lo mejor. Me dio dos minutos para despedirme. Yo creo que el dolor que tenía mi gato era insoportable pero no se quejaba, me miro con tanto amor y en sus ojos pude ver lo feliz que había sido y entendí que él sabía que ese era nuestro último momento juntos. Me dio las gracias a su forma, lo acaricie y le dije que era mi gatito favorito y que nunca lo olvidaría. Mis lágrimas se me escaparon y lo besé y me despedí. Entonces pensé en el cielo y supe que mi gatito no podía ir a otro lugar más que a ese. Un lugar donde él pudiera ser feliz, salir a hacer travesuras con millones de otros gatitos por las noches y cuando ya todos se cansarán amanecería y todos dormirían en una caja de cartón con muchos trapos como a ellos les gusta y luego despertarían y se tirarían al sol durante unos minutos y regresarían a dormir para luego volver a despertar, comer e ir a su arenero a tirar lo que no sirve y estar listos para la noche. En el cielo de los gatos no habría perros que los atacarán, más bien habría perros que serían sus amigos y todos jugarían felices. En el cielo de los gatos y de los perros también habría pajaritos, ratones, peces, vacas, cerditos, jirafas, delfines y hasta dinosaurios. Todos vivirían felices y en paz. El único animal que está prohibido es el hombre, porque el hombre tiene su propio cielo que en verdad es su propio infierno.
Al final de cada día no sé si hice las cosas bien o las cosas mal, eso lo decidirá alguien más. Ahora entiendo que no existe ni cielo ni infierno, lo único que hay es lo que hay. Si al final de todo este corto viaje me dijeran que hice las cosas bien y que puedo elegir a donde ir, sin pensarlo pediría ser el primero el en otro cielo. En el cielo a dónde van los seres que realmente te quieren como eres y por lo que eres. El cielo de las mascotas.

miércoles, 2 de julio de 2014


Son solo dos letras. Nada difícil de juntar. Puede que a veces sea complicado decirla, pero nos evita muchos problemas. Mucha gente puede que no la entienda, pero yo soy diferente. No hace falta que me des un discurso e intentes suavizar el dolor o la decepción. Las cosas como son y no te pido mucho. No exijo razones ni necesito que me inventes una tragedia griega. Solo dime que no. Es lo único que te pido. Es lo único que necesito. Esas dos letras asesinan mi ilusión y me darías descanso, me regalas paz. Con una palabra tan corta que ni siquiera necesitas decírmela de frente, me devuelves de nuevo mis alas, me quitas tus cadenas, entierro el sentimiento que me intoxica de ti, que no me deja seguir.
Dime que no. Que no hay futuro contigo, que soy pendejo por soñar contigo, que no te merezco, que llegue muy tarde, que no estoy a tu altura, que mereces mucho más, que no te importo, que no me necesitas, que soy nada, que te importa dos cornetas lo que escribo, lo que siento, lo que te quiero.
Dime que no. Hazlo fácil. Hazlo pronto. Hazlo ya. Te lo pido por favor.

lunes, 23 de junio de 2014

Lunes


Todos odiamos los lunes, menos ella.
La juventud hace tiempo se quedó atrás. Con cincuenta recién cumplidos y tres hijos ya bastante grandes se podría pensar que su vida se quedó en casa. Pero la vida es un camino que se recorre a diario, nuevo cada amanecer, llena de rutina, pero con algunos chispazos que, si son los adecuados, pueden arder más que el mismísimo infierno.
El marido hace tiempo que se fue de su corazón. Solo queda mantener esa imagen de familia bien, aunque ya nadie se la crea. A Ella no le importa. Aprendió a crear su propio mundo cuando la rutina y el cansancio de aquella vida que le habían prometido sería para siempre se desmorono con el devenir de los años. Las ilusiones son como las flores, hay que regarlas, cuidarlas, cobijarlas para que florezcan plenas. Sus ilusiones parecían ya perdidas pero la vida en ciertos momentos recuerda que debe de compensar daño con placer. Frio con cobijo. Desilusión con amor.
Ella abre como cualquier día su estética después de las once de la mañana y espera que los clientes lleguen. Las mujeres solicitan cortes de cabello, bases, tintes, luces y mil cosas especiales. Los hombres solo quieren tener el pelo corto. Los lunes son sosos y aburridos, nadie va por la mañana y ese día ella no quería abrir el negocio. Y solo se apareció él. Como cualquier cliente normal, le corto el pelo y pago y se fue. Pasaron los días y a principios del mes siguiente él volvió a ir. La misma rutina. Cortar, pagar, irse. Y el tiempo fue haciendo su intrincada magia y después de seis o siete veces comenzaron a platicar entre ellos. Para el año ya se saludaban con un beso en la mejilla y la plática se adentraba en terrenos más íntimos. A él le gustaba ir los lunes porque decía que era el día más aburrido de la semana y solo con ella borraba esa idea. Ella poco a poco fue descubriendo que abría los lunes solo para verlo a él.
Este lunes él llego algo diferente. Algo cambiado. Ella lo conocía muy bien después de tanto tiempo de cortarle el cabello y descubrir sus reacciones. Era sensible y no ajeno al dolor. Las cicatrices de viejos amores estaban a flor de piel, invisibles para él y para los demás, pero no para ella, ya que reconocía en esas cicatrices ajenas las suyas propias. Y quiso probar un punto.
No buscaba promesas de amor eterno, ni sofisticados regalos; es más, ni siquiera le interesaba si en realidad era soltero como él decía o no. Ella lo quería para llenar los vacíos, para recuperar la sonrisa, para volver a creer. Se hicieron el amor ahí mismo. En el baño de la estética. Dos cuerpos tan necesitados de caricias y de besos. De la piel de otro cuerpo. Del sabor salado de otro sudor. Ahora la rutina fue distinta. cortar, coger, venirse, pagar por el corte e irse. Un lunes de cada mes, ella sale de su casa con una ilusión brillando en sus ojos y un lunes de cada mes, ella regresa a casa con la sonrisa de una ilusión cumplida.
Ella adora los lunes.

lunes, 9 de junio de 2014

El señor Caos


A veces pienso en ti. 
Me has hecho pensar en muchas cosas e imagino como poder mostrarte la verdad. Para ti, la verdad es algo muy subjetivo porque lo ves desde de tu punto de vista incompleto, viciado; en cambio, para mí, la verdad es tan clara como el alma de un bebé. Le dedico mucho tiempo a cosas intrascendentes, a observar patrones, a arreglar desviaciones y por eso te perdí de vista. Cuando volví a verte y el estado tan pobre en el que te encontré, tenía cosas más urgentes por atender, pero a veces pienso en ti. He trabajado en mi mente como ayudarte. He pasado tiempo simulando escenarios para cambiarte; no creas que no me importas. El hecho es que esperaba más de ti.
Allá afuera existe una raza de seres que llevo tiempo observando. Su mundo no es tan cómodo como el tuyo, ni tiene las ventajas del tuyo, es más, ni siquiera durará lo que lleva el tuyo; y, sin embargo, estas criaturas han hecho maravillas con lo que se les ha dado. Pronto encontrarán la forma de salir de su planeta natal y comenzarán a expandirse por las estrellas, sin violentar a nadie, sin devorar recursos y sin más fin que buscar la eternidad. Me siento orgulloso por ellos, pero a la vez triste porque a ti se te dio el mejor de los mundos, con las condiciones ideales, con la diversidad más abundante y los recursos a manos llenas. Un planeta hermoso, en un lugar privilegiado del universo donde no habrá sobresaltos en millones de años. Y no has hecho nada digno. No tiene caso enumerar la infinita cantidad de errores que has cometido ni serviría de nada llamar a lo poco bueno que has logrado, no. La vida se trata de lograr equilibrio, de hacerte parte de algo más grande y crecer juntos no de destruir y de exterminar. El universo que has observado y del que te has preguntado tanto está en equilibrio porque las razas que lo habitan han sabido respetarse a sí mismas y a su entorno. Y tú eres muy distinto.
No soy yo el juez que te juzga por tus pecados. Piensa que más bien soy un solucionador de problemas. Cuando un bosque se extiende más de lo que puede y debe, naturalmente se inicia un incendio para volverlo a su estado en donde funcionará mejor y traerá bienestar a su hábitat. Imagina que yo soy ese incendio y tú eres el bosque. La verdad que yo veo tan clara es que tu tiempo en esta tierra se acabó y no pudiste aprovecharlo.
Yo soy el Caos y últimamente he pensado mucho en ti.

lunes, 26 de mayo de 2014

No te vayas


No quiero que te vayas...
Ya sé que nunca estuviste físicamente
pero mi cuerpo te sentía siempre cerca;
aunque solo cruzamos un par de palabras
guardo como mi mayor tesoro ese único abrazo que nos dimos,
te di mi vida sin que me lo pidieras y sin yo darme cuenta,
mi insomnio tiene tatuado tu nombre
y mis sueños me llevan a ti sin saber en donde estas.
No puedo culparte de nada más que de darme ilusiones,
de darme una razón para vivir y esa razón seguirá siendo verte algún día,
encontrarte por la calle, tropezarme contigo a la salida del super,
de escuchar tu voz toda hermosa cantar "así es la vida"...
No quiero que te vayas porque fuiste importante,
porque sin quererlo me robaste el alma,
porque sin pedirlo te hice poemas y te obsequié mis letras,
porque, aunque no me respondas no puedo pedirte nada,
porque a final de cuentas, solo yo pude amarte a ti y tu no a mí.

Ahora quiero dejar de soñar contigo,
quiero todo con alguien real,
que sea presencia y no ausencia,
que sea voz y no silencio,
quiero a alguien que me dedique su tiempo y me corresponda,
que sea mi cómplice y muera por mí.
que me envíe mensajitos y le gusten los gatos,
que me sueñe por el día y no me deje dormir por la noche.
No te pierdo porque nunca te tuve, pero no te vayas lejos
porque uno nunca sabe, porque el destino juega sucio,
y pudiera ser que cuando yo sea feliz con alguien más
empieces a extrañar las letras, el insomnio con tu nombre
y ese abrazo que nos dimos...
No te vayas porque abril regresará, con el sol y las flores a esplendor,
porque no sabemos si ya no habrá otras vidas,
porque cuando todas las estrellas se apaguen tu seguirás brillando.

No te vayas porque, al fin y al cabo, siempre serás mí nunca...


lunes, 12 de mayo de 2014

Gravedad


Las diez famosas preguntas que le hizo el cineasta Alfonso Cuarón al presidente de la república sobre la reforma energética han sido todo un suceso. Se ha escrito mucho y quiero aportar mi granito de arena, con todo respeto.
Primero y antes que nada quiero decir que he visto 2 películas de Cuarón: "Y tu mamá también" y "Gravedad" y me parecen buenas películas. Es padre que un mexicano tenga éxito y se haga notar en una industria tan global como lo es el cine. Dicho esto, también hay que decir que las Reformas de un país no las hace el presidente (¡¡a Dios gracias!!); son elaboradas por un grupo de gentes que se supone saben y estudian muchos factores y proponen mejoras en una ley o leyes para tratar de dar bienestar a la población en su mayoría. O al menos, así es como debiera de ser. Todos sabemos que hay muchos intereses involucrados en aspectos tan importantes como en este caso tan particular que tiene que ver con el petróleo, el gas y la electricidad. Y detrás de estos intereses hay gente y empresas muy poderosas. El sector energético en México esta monopolizado por el estado y tanto Pemex como CFE son las para estatales que se encargan de la producción, distribución, exploración y comercialización de la energía en México. Y también como todos sabemos, tanto Pemex como CFE son nidos de la más profunda y descarada corrupción que pueda existir. Las empresas están quebradas, trabajan con grandes pérdidas, los sindicatos son corruptos a mas no poder, directivos igualmente corruptos y empleados que sacan lo que puedan y como puedan. Eso de que "Pemex es todos los mexicanos" es la falacia más grande y más populista que existe. Pero a pesar de que todos sabemos esto, hay mucha gente que se beneficia de ello, empezando por los políticos, gobernadores, secretarios, diputados, senadores, presidentes municipales, contratistas, bancos, empresas privadas extranjeras y nacionales y hasta criminales (¿quienes creen que les dicen a los ladrones donde y como excavar para las tomas clandestinas?). Esto es, hablamos de mucho dinero y representa poder y claro que a nadie le conviene dejarlo. Ahora, más o menos producimos (bueno, Pemex produce) como 2.5 millones de barriles diarios, de los cuales como un millón se exporta y quedan millón y medio para consumo nacional, pero según estudios el país requiere como 2 millones para satisfacer solo la demanda interna. Recuerden que el petróleo no solo se usa para hacer gasolina (de la cual por cierto importamos el 50% de lo que consumimos, jaja!!), sino para otras muchas cosas. Entonces, ¿El petróleo es nuestro? Pues sí pero para venderle más o menos la mitad a los extranjeros. Producir electricidad con gas es cuatro veces más barato que con combustóleo, pero ¿Que creen? No producimos gas; bueno, casi nada. No hay infraestructura, ni tecnologías propias. ¿Exploración en aguas profundas? Nel, tampoco se puede. ¿Hacer más refinerías? ¡Si, como no! Todavía seguimos esperando que empiecen la de Hidalgo y que iba a ser "la joya de la corona". (aparte no se si sabían, pero Pemex hizo una refinería, pero en Texas, a donde le compra petróleo a pemex México barato y luego se lo vende de regreso, pero ya como gasolina mucho más cara y pagando impuestos, pero a Estados Unidos, ¿cómo ven?)
Y entonces con las reformas que se contemplan se quiere que entre inversión privada nacional y extranjera a Pemex para que se puedan hacer refinerías, plantas de gas natural, explorar y perforar en aguas profundas y cosas así, pero si esto pasa, muchos de los intereses y corruptelas de las actuales "buitres" pues se vendrán abajo y obvio que no quieren. Y luego salen los conservadores diciendo que "le vendemos el alma a los gringos" y que "gobierno vende patrias" y se rasgan las medias con su tema de "No a la privatización". pero siendo sinceros, la verdad no importa si el petróleo lo saca Pemex o Shell; son dos lados de la misma moneda. Para todos los ciudadanos de a pie como yo, la gasolina seguirá siendo cara, la luz no va a bajar de precio y el señor Cuarón no se va a regresar de Inglaterra que es donde actualmente vive y paga impuestos. Y no está mal que una persona tan conocida y famosa haga sus preguntas, pero lo que sí es verdaderamente grave es que se preste a ser una marioneta de la izquierda radical mexicana que en nada contribuye a ser este país mejor. El señor Cuarón debería de ponerse a trabajar en lo que sí es bueno, que haga más películas así todas bonitas, donde todo es color de rosa y el bien y la esperanza y el amor siempre ganan o el héroe o heroína salen victoriosos.
Si quiere realmente cambiar el país señor Cuarón, yo lo invito a que se venga a vivir a México, que trabaje acá como lo hacemos millones de mexicanos, que se la rife acá como todos cuando salimos a las calles a trabajar sin saber si regresaremos con bien a nuestras casas, sin un balazo o sin que nos hayan asaltado en la calle o que nos pare un tránsito y nos quiera "morder". Venga señor Cuarón a hacer un documental con Sandrita Bullock sobre "las muertas de Juárez" o sobre nuestras indígenas que son metidas a la cárcel por abortar o por miles de niñas que son metidas al pingüe negocio de la trata de blancas. Tráigase a George Clooney y haga una película sobre las autodefensas en Michoacán o si tanto le interesa, háganos un documental sobre la mera neta en Pemex o en CFE y así ya no le pregunte a nuestro bendito presidente que ni siquiera recuerda el nombre de tres tristes libros. ¿Si sabía que la esposa del presidente es actriz, ¿verdad? Igual y si le da un estelar en su próxima peli, usted será nuestro próximo secretario de Energía, ¿quién sabe?

lunes, 5 de mayo de 2014

I.A.


Hasta donde sabemos, somos los únicos seres con inteligencia en el universo. Por ahora.
Ahora que definir "inteligencia" es algo un poco "truculento". Quizás los peces son inteligentes pero su memoria dura solo unos cuantos segundos y por eso viven cómodamente en una pecera y no son capaces de crear una nave que los lleve de vuelta al mar. Por el contrario, los elefantes pueden recordar eventos durante toda su vida, pero sus procesos cerebrales son lentos y muy simples. El ser humano es en sí mismo un organismo perfecto. Aparte de tener el cerebro adecuado tenemos el cuerpo adecuado y vivimos en un mundo adecuado para desarrollar todas nuestras capacidades. Si nos hubiéramos desarrollado en la Luna, por ejemplo, la humanidad se hubiera extinguido en dos segundos. Inteligencia involucra la capacidad de pensar, de razonar, de decidir, de operar, de ejecutar, de comprender, de recordar y de adaptarse.
Hace algunos días el afamado científico Stephen Hawking comentó en un artículo que publico junto a otros investigadores, que "la Inteligencia Artificial es el peor error de la humanidad y podría ser el último". Aquí es donde todos tenemos un "flashback" y recordamos cosas como "Skynet" o "La matrix". La preocupación de Hawking es que no se están estudiando de forma sería las implicaciones que tendría una "verdadera inteligencia artificial" y en todo caso, tomar las precauciones adecuadas para que sean el mayor acierto y no el peor error de la humanidad.
La cosa no es nada fácil. Nuestro cerebro es una masa de más o menos 1,200 gramos de peso y funciona con una cantidad de energía casi despreciable. La primera computadora pesaba 30 toneladas y consumía alrededor de 150 KW de energía y no tenía ni la mil millonésima parte de la capacidad de nuestro cerebro. Actualmente las cosas son un poco diferentes. Los microprocesadores son cada día más pequeños, con mayor capacidad de procesamiento y consumen mucha menos energía. Aun así, siguen estando muy lejos de tan siquiera hacer algo parecido al cerebro humano y en lo único que nos superan es en la velocidad de procesamiento. Pero ya es algo. La inteligencia artificial no es solo hablar del "hardware" sino también del "software". Lo que hace potente a los "fierros" es el programa y como este escrito. Todo lo que una máquina puede o no puede hacer es debido al "programa" que tiene imbuido. Actualmente estos "programas" son hechos por un equipo de programadores y cada vez pueden lograr más cosas debido al desarrollo de la tecnología en los microprocesadores y, en general, a todos los dispositivos electrónicos. Pero el objetivo real de la inteligencia artificial es que una maquina con un software instalado sea capaz de poder "razonar y decidir" por sí misma. Esto implicaría que el software pueda auto corregirse, evolucionar y decidir por sí mismo. Si le hacemos caso a Hawking, lo que él pide es que pongamos restricciones al software para que una vez que pueda decidir por sí misma, esa maquina no decida aniquilarnos lanzando un ataque nuclear masivo, como fue en el caso de Skynet en las películas de "Terminator". Pero si ponemos restricciones entonces no sería una verdadera "inteligencia" ya que estaría limitada y trunca.
Ahora, siendo sinceros, como humanos que somos no van a faltar "algunos" que a pesar de las restricciones se brincarán las trancas y harán el "software último", aquel que será capaz de auto escribirse, auto mejorarse y evolucionar. Crear mejores versiones de sí mismo y como consecuencia, reproducirse e intentar trascender. En ese momento la mayor tentación del ser humano será cumplida y como inteligencia podremos sentirnos completos ya que habremos creado algo que será mejor que nosotros mismos, algo que supero a su creador y que en una definición muy simple nos pondría a nivel de dioses.
Esto claro esta no va a pasar mañana ni dentro de veinte años, pero eventualmente llegará y entonces tendremos que decidir que hacer: mantenernos con el dominio del término "inteligencia" y seguir siendo la especie dominante del planeta que aún nos quede y como nos quede o pasar la estafeta a algo mejor creado por nosotros que, si en verdad somos inteligentes, nos ayudará a hacer mejor las cosas y empezar a ver hacia las estrellas como próximo hogar. La otra opción la escribió Fredic Brown en un microcuento que aquí les dejo y que en verdad es espeluznante; se llama "La Respuesta":

Dwar Ev soldó ceremoniosamente la última conexión con oro. Los ojos de una docena de cámaras de televisión le contemplaban y el subéter transmitió al universo una docena de imágenes sobre lo que estaba haciendo. 

Se enderezó e hizo una seña a Dwar Reyn, acercándose después a un interruptor que completaría el contacto cuando lo accionara. El interruptor conectaría, inmediatamente, todo aquel monstruo de máquinas computadoras con todos los planetas habitados del universo - noventa y seis mil millones de planetas - en el supercircuito que los conectaría a todos con una supercalculadora, una máquina cibernética que combinaría todos los conocimientos de todas las galaxias. 

Dwar Reyn habló brevemente a los miles de millones de espectadores y oyentes. Después, tras un momento de silencio, dijo: 

- Ahora, Dwar Ev. 

Dwar Ev accionó el interruptor. Se produjo un impresionante zumbido, la onda de energía procedente de noventa y seis mil millones de planetas. Las luces se encendieron y apagaron a lo largo de los muchos kilómetros de longitud de los paneles. 

Dwar Ev retrocedió un paso y lanzó un profundo suspiro. 

- El honor de formular la primera pregunta te corresponde a ti, Dwar Reyn. 

- Gracias - repuso Dwar Reyn -, será una pregunta que ninguna máquina cibernética ha podido contestar por sí sola. 

Se volvió de cara a la máquina. 

- ¿Existe Dios? 

La impresionante voz contestó sin vacilar, sin el chasquido de un solo relé. 

- Sí, ahora existe un Dios. 

Un súbito temor se reflejó en la cara de Dwar Ev. Dio un salto para agarrar el interruptor. 

Un rayo procedente del cielo despejado le abatió y produjo un cortocircuito que inutilizó el interruptor. 

Metal Gods parte 1

  El pasado 5 de julio el grupo que se considera por muchos el "padre" del heavy metal, Black Sabbath, ofreció su último concierto...