Mi Vida y Otras Calamidades.

Vino tinto. Velas. Gasolina. El vino tinto resbala por entre tu espalda. Tu cuerpo esta ahí tirado sobre la alfombra barata del motel que encontramos en el camino. Hace un par de horas ni te conocía. el bar donde te encontré estaba repleto de gente y tu buscabas algo de aventura, de sexo casual, de amor de tercera. El depredador dentro de mi olío tu sangre vibrante y cálida que circulaba y se mezclaba con el alcohol que alegremente te bebías. Te invité tres o cuatro copas y un poco de buena platica hicieron el efecto deseado. Ahora yaces con apenas conciencia de que tus últimos minutos de vida están por terminar. El vino tinto solo es cortesía profesional. Las velas siempre me gustaron; hacen un ambiente propicio para el amor y el desenfreno aunque algunas personas crean que son románticas. La magia de ellas es que también son un circuito de retardo que puede ser útil para darte unos pocos minutos a la hora de salir de un lugar en el que no quieres estar pasado un tiempo. Y