Lunes
Todos odiamos los lunes, menos ella. La juventud hace tiempo se quedo atrás. Con cincuenta recién cumplidos y tres hijos ya bastante grandes se podría pensar que su vida se quedo en casa. Pero la vida es un camino que se recorre a diario, nuevo cada amanecer, llena de rutina pero con algunos chispazos que, si son los adecuados, pueden arder mas que el mismísimo infierno. El marido hace tiempo que se fue de su corazón. Solo queda mantener esa imagen de familia bien, aunque ya nadie se la crea. A Ella no le importa. Aprendió a crear su propio mundo cuando la rutina y el cansancio de aquella vida que le habían prometido sería para siempre se desmorono con el devenir de los años. Las ilusiones son como las flores, hay que regarlas, cuidarlas, cobijarlas para que florezcan plenas. Sus ilusiones parecían ya perdidas pero la vida en ciertos momentos recuerda que debe de compensar daño con placer. Frió con cobijo. Desilusión con amor. Ella abre como cualquier día su estética después de l