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Mostrando entradas de agosto, 2014

Ella

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Hace poco platicaba con alguien sobre el porque no tengo pareja, novia, susodicha, nalga, querida, amiga o como se diga en estos tiempos. No sé si se requiera alguna razón en especial pero yo tenía una teoría un poco rara o quizás muy común y es esta: Me fijaba y pensaba que me enamoraba de mujeres de las cuales yo sabía a ciencia cierta que no llegaría a nada y nada quiere decir que no habría una relación así formal, "normal" y eso se llama o al menos yo le llamo "auto chantaje". Esa "teoría" se basa en el tipo de relaciones y el tipo de mujeres que han sido parte de esta historia. Obvio que ellas no tienen la culpa porque en el fondo yo las escogí a ellas y mas bien creo que serían las "victimas" de mi temor a la compañía. El caso es que hay momentos en los que uno llega a ver un poco más allá. No se trata como dicen por ahí de "no esperar nada de nadie" ni cosas de esas porque la verdad es poco menos que imposible. Como seres hum

Tu eres

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La sonrisa perfecta que ilumina La espera que no pesa el "hola" que me hace el día la boca que más sensual pronuncia mi nombre los ojos que besan suave el pelo que me invita a perderme las manos que he esperado los senos que cuidaran mi sueño el ombligo que besare incado las piernas que serán mi camino los muslos en los que dejare la vida. Tu eres esto. Tu eres y te espero Tu eres todo y mucho más.

Palabras

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A veces decimos palabras. Y a veces esas palabras lastiman. Podemos decirlas con toda la intención del mundo o a veces salen sin pensar. Esas palabras algunas veces son vacías y algunas otras veces son llenas de odio y de rencor. Cuando se trata de lastimar con las palabras no somos considerados ni benévolos. El ser humano esta hecho más para la guerra que para la paz. Nos podemos destrozar diciéndonos nuestras verdades y nuestras maldades en un arrebato de sentirnos poderosos cuando lo que realmente está pasando es que estamos lastimados, heridos, moribundos. Para lo que no somos nada buenos es para decir lo que queremos, lo que nos gusta, lo que en verdad sentimos. Nos hemos complicado tanto la vida que en estos tiempos ser honesto es pecado mortal. Aprendemos a mentir con tanta facilidad que parece ser una virtud cardinal. Escondemos las verdaderas palabras entre frases rebuscadas y múltiples sentidos con tal de que no sean obvias ni veraces. ¿Qué sería del mundo si decimos las