El asesino de las rosas parte 1
Ella estaba trabajando como era lo normal. A las 11 de la mañana salió a su hora del almuerzo en la oficina y cuando regreso se encontro con dos hermosas rosas blancas perfectamente bien acomodadas entre sus cosas del escritorio. No había tarjeta y nadie en los cubículos aledaños noto la presencia de nadie que las llevara. Por un instante sintió curiosidad pero de inmediato se le paso y contemplo las rosas y no pudo evitar sentir un poco de emoción y excitación por tan bonito presente. Espero por algunos minutos la llegada de un mensaje de texto o una llamada del "romántico desconocido" que se había tomado la molestia pero pasaron los minutos y después las horas hasta que dieron las seis de la tarde y nadie mando mensaje o la llamo. Tomó sus rosas y cuidadosamente las protegió con su mano de una inexistente brisa. Sus compañeros se despedían y ella fue al baño para retocarse el maquillaje y pintarse los labios; tenía la leve esperanza de que al salir a la calle el "romántico desconocido" se armara de valor y se presentara. Ella fantaseo un rato en como seria ese hombre misterioso y que tenía buen gusto por las flores. Las rosas no eran sus preferidas pero estas estaban en perfecto estado y con un aroma tan delicioso que casi no dejaba de aspirar ese olor mágico. Sin querer y entre fantasias noto que ya todos sus compañeros se habían ido y tomo sus rosas y salió del baño con rumbo al estacionamiento cuando de repente escucho que algo se caia en uno de los cubículos que estaban al otro lado de donde ella se encontraba. Pregunto si había alguien por ahi pero nadie contesto y decidió ir a echar un vistazo; quizas alguien dejo mal colocado una engrapadora o algo así. Se acerco al final del pasillo revisando los cubículos uno tras otro hasta que por fin dio con un mouse de computadora que estaba tirado como a un metro del último cubículo. Era raro que se haya ido tan lejos sin que nadie lo aventara pero bueno, fue por él para dejarlo en su lugar. Dejo sus rosas en el escritorio donde faltaba el mouse y su bolsa en la silla giratoria y se acerco hacia el mouse que estaba tirado y de repente solo sintió mucho frio...
Al día siguiente en la oficina de Alicia sus compañeros entraron como era normal a las 8 de la mañana para comenzar su rutina de trabajo y ninguno de ellos la vio en la entrada a pesar de que era una de la que primero llegaban. Al entrar las 14 personas que laboraban con Alicia, el bullicio de las sillas moviéndose, el ruido de las cucharas al preparar café y los murmullos de como les había ido la noche anterior, no permitieron que escucharan el primer grito de ayuda de Norma, la compañera de al lado de Alicia; su segundo grito fue mucho mas agudo y mucho mas terrorífico. En el cubículo, el cuerpo de Alicia estaba perfectamente sentado y su cabeza colocada frente a este en el escritorio con una rosa blanca en cada una de las cavidades oculares.
Comentarios
Publicar un comentario