No cuesta nada
Escuchando el noticiero de Pedro Ferriz me dio gusto oir que esta en una campaña para que la gente sea decente e invita a sus radioescuchas a que si encuentran cualquier cosa que hagan el esfuerzo y busquen al dueño y le devuelvan sus pertenencias. Aquí les cuento dos experiencias que tuve:
La primera me sucedió en los Ángeles, California. Estábamos en una convención por parte del trabajo y llego la hora de ir a comer. La zona de comida era inmensa y pues todos muy felices le entramos a la comedera y todo muy bien, terminamos y nos levantamos y seguimos en el recorrido de los stands y toda la cosa. Después de como una hora o mas, me di cuenta que no traía mi mochila en donde llevaba varias cosas personales tales como mi pasaporte, mi visa americana, dinero en efectivo y dos cajitas de condones (jaja, no eso no, lo juro!!). El caso es que me apaniqué cañón y pues la verdad no sabía que hacer. Regrese a la zona de la comida con dos de mis compañeros y preguntamos si no habían visto la mochila y una de las personas que atendían nos comentó que si alguien se la había encontrado seguro estaba en un módulo de "lost and found". Yo me quedé ahora si con cara de "what the hell is that?", o sea, "que chingados es eso?" y ya me explicaron que eran unos módulos que se ponían porque había muchos pendejos como yo que extraviaban las cosas y ahí la gente que las encontraba las llevaba para que el dueño fuera a buscarlas y recuperarlas. Pues a mi se me hacia mucha belleza y con mas resignación que esperanza nos encaminamos hacía donde nos habían dicho que estaba el famoso módulo. El caso es que llegamos y pues me acerque con la muchacha que estaba ahí y le comenté que había perdido mi mochila y que me habían dicho en el área de comida que posiblemente ahí pudiera estar. Recuerdo claramente como me veía la chica así como diciendo "que wuey eres mexicanito" pero ella nunca perdío la compustura y dejo que terminara de hablar; ella me pregunto que como era mi mochila y que llevaba dentro y ya le dije lo que tenía y simplemente sonrío y se agacho y después de unos larguisimos 2 segundos salío con mi mochila en mano y sonriendo me pregunto que si era esa y yo casi me le incaba de emoción y ya me la regreso. Por supuesto que TODO lo que llevaba estaba ahí, no me faltaba nada y tristemente ibamos comentando mis compañeros y yo que eso en México era simplemente imposible de que sucediera.
la segunda experiencia me pasó en la comercial mexicana de galerias tecnológico en Celaya. Mi pareja en aquel tiempo y yo habíamos ido a comprar algunas cosas y ella se metío al pasillo de la ropa para buscar algo y entre los anaqueles se encontró con una bolsa grande de dama ahí, olvidada. Se acerco a mi y me dijo que se la había encontrado y yo le dije que la entregara en paquetería por si su dueña iba a buscarla pero ella me dijo que ya la había revisado y que traía mucho dinero y varias tarjetas de crédito y de tiendas departamentales y que no le latía mucho dejarla ahí porque seguro le iban a robar al menos el dinero a la dueña de esa bolsa. Yo entendí su punto y pues decidimos llevarnos la bolsa a nuestra casa y tratar de contactar a la dueña. Así lo hicimos y como en las cosas que estaban en la bolsa venía una credencial de elector y por ahí un recibo con un teléfono pues llamamos y preguntamos por la persona y ya cuando estuvimos seguros que era ella le preguntamos si había perdido una bolsa, a lo cual la señora inmediatamente nos dijo que si y que estaba muy angustiada por ese hecho, le preguntamos que nos dijera que traía para todavía asegurarnos nosotros que si era la persona indicada y ya cuando quedamos conformes le dimos nuestra dirección para que pasaran por su bolsa. Tardaron como media hora en llegar la señora y su marido, una pareja ya de adultos mayores que en verdad se notaban contraidos por el suceso y cuando llegaron a nuestra casa inmediatamente les entregamos su bolsa y les pedimos muy amablemente que la revisaran y comprobarán que no faltaba nada; una vez hecho esto, ya se quedaron un rato platicando y tomando un café con nosotros. Después de ese día y con el pasar del tiempo esa pareja agradecida nos invito varias veces a la casa de ellos a tomar café y platicar y se formo una bonita amistad.
El ser buena gente no es nada complicado. Simplemente es cuestión de querer hacerlo y pensar que un día nosotros también estaremos en una situación en la cual alguien nos ayudará. El ser decentes implica mas que un compromiso con los demás, un compromiso con nosotros mismos, una muestra de que el cambio que tanto pedimos para este país esta en lo que cada uno de nosotros hagamos ya sea para bien o para mal. Y digo, tampoco se trata de ser santos e ir predicando los evangelios por las calles, claro que no. Si un día un tipo nos esta chingue y chingue pues con un buen madrazo podemos arreglar la situación y ya, y eso no querrá decir que somos las peores de las personas. El ser decentes implica vivir con principios, con valores y sin ánimo de dañar intencionalmente a nadie. Yo creo firmemente que lo que mas necesita este país es gente decente, gente que actué conforme a principios, gente que se respete a si misma y en esa medida respetara a los demás. La decencia es algo que perdimos en el camino hace mucho y que nos esta haciendo tanta falta.
La primera me sucedió en los Ángeles, California. Estábamos en una convención por parte del trabajo y llego la hora de ir a comer. La zona de comida era inmensa y pues todos muy felices le entramos a la comedera y todo muy bien, terminamos y nos levantamos y seguimos en el recorrido de los stands y toda la cosa. Después de como una hora o mas, me di cuenta que no traía mi mochila en donde llevaba varias cosas personales tales como mi pasaporte, mi visa americana, dinero en efectivo y dos cajitas de condones (jaja, no eso no, lo juro!!). El caso es que me apaniqué cañón y pues la verdad no sabía que hacer. Regrese a la zona de la comida con dos de mis compañeros y preguntamos si no habían visto la mochila y una de las personas que atendían nos comentó que si alguien se la había encontrado seguro estaba en un módulo de "lost and found". Yo me quedé ahora si con cara de "what the hell is that?", o sea, "que chingados es eso?" y ya me explicaron que eran unos módulos que se ponían porque había muchos pendejos como yo que extraviaban las cosas y ahí la gente que las encontraba las llevaba para que el dueño fuera a buscarlas y recuperarlas. Pues a mi se me hacia mucha belleza y con mas resignación que esperanza nos encaminamos hacía donde nos habían dicho que estaba el famoso módulo. El caso es que llegamos y pues me acerque con la muchacha que estaba ahí y le comenté que había perdido mi mochila y que me habían dicho en el área de comida que posiblemente ahí pudiera estar. Recuerdo claramente como me veía la chica así como diciendo "que wuey eres mexicanito" pero ella nunca perdío la compustura y dejo que terminara de hablar; ella me pregunto que como era mi mochila y que llevaba dentro y ya le dije lo que tenía y simplemente sonrío y se agacho y después de unos larguisimos 2 segundos salío con mi mochila en mano y sonriendo me pregunto que si era esa y yo casi me le incaba de emoción y ya me la regreso. Por supuesto que TODO lo que llevaba estaba ahí, no me faltaba nada y tristemente ibamos comentando mis compañeros y yo que eso en México era simplemente imposible de que sucediera.
la segunda experiencia me pasó en la comercial mexicana de galerias tecnológico en Celaya. Mi pareja en aquel tiempo y yo habíamos ido a comprar algunas cosas y ella se metío al pasillo de la ropa para buscar algo y entre los anaqueles se encontró con una bolsa grande de dama ahí, olvidada. Se acerco a mi y me dijo que se la había encontrado y yo le dije que la entregara en paquetería por si su dueña iba a buscarla pero ella me dijo que ya la había revisado y que traía mucho dinero y varias tarjetas de crédito y de tiendas departamentales y que no le latía mucho dejarla ahí porque seguro le iban a robar al menos el dinero a la dueña de esa bolsa. Yo entendí su punto y pues decidimos llevarnos la bolsa a nuestra casa y tratar de contactar a la dueña. Así lo hicimos y como en las cosas que estaban en la bolsa venía una credencial de elector y por ahí un recibo con un teléfono pues llamamos y preguntamos por la persona y ya cuando estuvimos seguros que era ella le preguntamos si había perdido una bolsa, a lo cual la señora inmediatamente nos dijo que si y que estaba muy angustiada por ese hecho, le preguntamos que nos dijera que traía para todavía asegurarnos nosotros que si era la persona indicada y ya cuando quedamos conformes le dimos nuestra dirección para que pasaran por su bolsa. Tardaron como media hora en llegar la señora y su marido, una pareja ya de adultos mayores que en verdad se notaban contraidos por el suceso y cuando llegaron a nuestra casa inmediatamente les entregamos su bolsa y les pedimos muy amablemente que la revisaran y comprobarán que no faltaba nada; una vez hecho esto, ya se quedaron un rato platicando y tomando un café con nosotros. Después de ese día y con el pasar del tiempo esa pareja agradecida nos invito varias veces a la casa de ellos a tomar café y platicar y se formo una bonita amistad.
El ser buena gente no es nada complicado. Simplemente es cuestión de querer hacerlo y pensar que un día nosotros también estaremos en una situación en la cual alguien nos ayudará. El ser decentes implica mas que un compromiso con los demás, un compromiso con nosotros mismos, una muestra de que el cambio que tanto pedimos para este país esta en lo que cada uno de nosotros hagamos ya sea para bien o para mal. Y digo, tampoco se trata de ser santos e ir predicando los evangelios por las calles, claro que no. Si un día un tipo nos esta chingue y chingue pues con un buen madrazo podemos arreglar la situación y ya, y eso no querrá decir que somos las peores de las personas. El ser decentes implica vivir con principios, con valores y sin ánimo de dañar intencionalmente a nadie. Yo creo firmemente que lo que mas necesita este país es gente decente, gente que actué conforme a principios, gente que se respete a si misma y en esa medida respetara a los demás. La decencia es algo que perdimos en el camino hace mucho y que nos esta haciendo tanta falta.
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