11 y 12



- El mundo no siempre ha sido así. Antes de la última gran guerra, existían grandes ciudades y las personas salían y actuaban con una total libertad. Existían las relaciones personales y la gente se podía enamorar de quien quisiera y de la misma forma decirle que no a quien no quisiera. En ese entonces había mucha gente.
- Eso suena muy raro, profesor "CH". ¿Enamorarse? ¿Existió eso alguna vez?
- ¡Por supuesto que sí, 11! El enamoramiento es un proceso químico indispensable para preservar la especie humana. Cuando el humano desarrollo un cerebro mas grande que los primates y al dejar a un lado los instintos naturales por un intelecto, la evolución busco una solución "elegante" para preservar los genes humanos. El problema fue que ese mismo intelecto nos llevo cada vez mas a ser mas violentos y crear armas de destrucción masiva y ciencia que, a la larga, nos llevaron a la extinción virtual.
- ¿Se sabe con certeza cuantos quedamos, profesor "CH"?
- Muy pocos 12. menos de cinco mil humanos. Por eso ustedes son tan importantes, por eso lo que hacemos con ustedes es lo más importante. Cuando nuestros ancestros pensaron que el amor era un problema y pudieron suprimirlo con terapia genética, ahí se acabo nuestra especie. Al desactivar el proceso de enamoramiento del ser humano, las relaciones entre ellos se hicieron cada vez mas cortas y menos satisfactorias. Al principio sucedió a un nivel personal pero lo que no tomaron en cuenta fue que lo que pasé en el fondo va escalando hasta llegar a la cima y eso fue lo que paso. Al final, la humanidad no tenía principios morales ni éticos y después de terminar con miles de especies animales y ecosistemas, la guerra entre nosotros era solo cuestión de tiempo. Una guerra sin piedad, sin sentido, sin importar ganar o perder. Al matar el amor hicimos invencible al odio.
- ¿Vamos a morir? Me refiero a 12 y a mi...
- ¡No 11; claro que no! ustedes dos serán nuestra mayor esperanza. Estarán en un proceso aislado el uno del otro en donde nuestros científicos harán que las cosas vuelvan a ser como antes. Su secuencia genética será estudiada y se tratara de hacer en un año lo que a la naturaleza le llevo millones. El amor nacerá en ustedes y serán el inicio de una nueva era para la especie humana. Mañana muy temprano estarán en lugares diferentes y sus recuerdos hasta ahora serán borrados pero físicamente no sentirán ningún dolor o molestia. la terapia será oculta en los alimentos, en el ambiente, en sus actividades, en sus sueños. Eso si, estarán solos durante todo ese año pero al termino volverán a estar juntos. No tengan miedo, nada malo podría sucederles.
- ¿Tendremos nombres reales, Profesor CH?
- Por supuesto que si 12. Pero ya deben dormir porque mañana es el día mas importante para todos. ustedes, mis niños, serán los nuevos fundadores de la especie humana. duerman tranquilos y no teman.

El profesor CH era un muy buen mentiroso. No habían cinco mil humanos. La verdad es que eran menos de cien. Esos dos niños eran los dos últimos niños en todo el mundo. 11 era la hembra y 12 el macho. y este era el último intento para cambiar lo inevitable.
Los niños durmieron sin saber que habían sido drogados y ahora se secuenciaba su ADN en experimentos desesperados. Se trabajo por separado con cada uno de ellos para que la terapia genética hiciera efecto y se reforzaba con toda una vida llena de conceptos y referencias al amor, a la esperanza, al altruismo. Al principio eran solo conceptos pero poco a poco las cosas evolucionaban. Se trabajaba muy duro y se analizaban los resultados a cada hora y durante los primeros meses no hubo cambios pero con 11 sucedió algo extraordinario al sexto mes de trabajo. Sus características femeninas se empezaron a desarrollar. El pelo comenzó a crecer al igual que los senos y las caderas comenzaron a tener un aumento en grasa. Se sentía atraída por el espejo y comenzó a preocuparse por que sus uñas de pies y manos estuvieran cuidadas. Con 12 paso algo similar en el octavo mes. sus niveles de testosterona eran cada vez mayores a lo normal y aprendía poesía con una facilidad sorprendente.
El año se había cumplido y era hora de dejarlos salir. El escenario se preparo con cuidado y todos los sensores estaban a punto para recopilar todo la información. En las ropas de cada uno de ellos había medidores de todo tipo y todas las esperanzas de un pequeño grupo de humanos estaba en esos dos chicos.
El escenario era una pequeña colina con flores y pasto un poco alto, el día era un día normal de verano, el sol brillaba radiante y las nubes y el viento eran perfectos. 11 salio de una cueva y vio maravillada las flores. Corrió por el campo y respiro el aire puro y sintió los rayos del sol en su rostro. Se sintió viva por primera vez en su vida. Daba vueltas sobre si misma y reía y su risa era encantadora. 12 la observaba desde atrás de un árbol. La veía con miedo pero a la vez con fascinación. Era como un ángel. Su pelo negro y su piel morena eran hermosas y esa risa sonaba como música. Recordó un poema y sintió el deseo de salir de su escondite y susurrarlo a los oídos de ella. Sus pupilas estaban dilatadas y el ritmo de su corazón estaba acelerado moderadamente.

- ¿¿Hola??
11 volteo sorprendida y vio a 12 como a dos metros de distancia. Lo observo con cuidado pero no sintió temor. Nunca había visto a un chico de su edad y eso le pareció maravilloso.
- ¡Hola!
- perdón pero te estaba viendo y no quise molestarte. Nunca había visto a una chica como tú. Bueno, de hecho, a ninguna chica.
Ella se sonrojo y sonrió.
El ritmo cardíaco de 12 era alto, el de ella también.
- ¿vienes seguido por aquí? - pregunto 12.
- No! es la primera vez, nunca había estado aquí y tu?
- Igual...nunca había estado aquí. Creo que me perdí o me dormí. Oye, ¿Tienes nombre? ¿como te llamas?
- ¡Claro que si, tonto! me llamo Renata...

Los sensores de 12 se salieron de todos los parámetros. Las cámaras captaron un destello en sus ojos que no se había visto en cientos de años. El pequeño grupo de científicos de ambos lados se abrazaron entre ellos y algunos hasta derramaron algunas lágrimas. El profesor CH sonrió y sus cansados ojos observaban las pantallas que indicaban la presencia inequívoca de un bicho que volvería a romper muchos corazones, a crear falsas esperanzas, a noches de llanto, a celos incomprensibles. El amor no es felicidad que dure por siempre pero al fin y al cabo era lo que le daba sentido a la vida misma. Mientras estaba presente era como estar en el cielo, era sentirse infinito. Era la salvación del mundo.
El profesor CH se levantó lentamente de su asiento en la sala de control, camino lento hacia la salida y solo pudo decir las siguientes palabras, las cuales, sus compañeros no entendieron del todo:

"¡No contaban con mi astucia!"

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