Esperanzas
"Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar".
Este proverbio japonés me recuerda que la vida es lo que te pasa en el camino y la felicidad no es un accidente, es mas bien una actitud de vida. Una actitud hacía la vida. Ciertamente las cosas están muy mal en todos lados pero estoy seguro que cuando lleguemos al fondo y ya no haya hacía donde ir, cuando todo lo veamos negro, cuando ya las cosas no puedan ser peor, es en ese momento en que la esperanza aflorará y comenzaremos a salir de nuestro letargo ancestral. Dicen que la esperanza muere al último; yo pienso que no. La esperanza despierta al último y es lo que nos mueve a seguir adelante, a luchar por lo que se perdió, a vivir por lo que se murió. La esperanza nunca tiene que morir en nosotros, se puede quedar dormida, se nos puede olvidar que esta ahí pero nunca se tiene que ir. Cuando todo y todos nos fallen la esperanza que vive dentro de nosotros nos tiene que hacer fuertes y lograr lo que sea que este en nuestra mente. La esperanza no es como el amor que idealiza y engaña, es mas bien fuerza y elixir que nos hace ver las cosas tal como son y nos empuja a que no importa que tan grande y feo sea el monstruo que tenemos enfrente, a ese pinche monstruo nos lo vamos a tronar y lo vamos a dejar mordiendo el polvo. Somos tan grandes como los problemas que enfrentamos y superamos por eso los retos pequeños son para gente pequeña. Las victorias simples son para gente simple. Y la esperanza es solo nuestra. Es en vano tener esperanzas en otras gentes o en otros seres. Eso se llama Fé. La esperanza es íntima y es solo nuestra.
Recordemos que en "La divina comedia" a la entrada del infierno se leia "Oh Vosotros los que entraís abandonad toda esperanza"; y con todo y eso Dante logra salir porque el nunca se despojo de tal esperanza. De igual manera, no abandonemos la esperanza y no nos engañemos. Las cosas serán peor, la violencia nos va a mirar a los ojos, llegará el caos a nuestra casa y aún así vamos a salir adelante porque el reto y el monstruo que se nos viene es enorme y poderoso pero somos personas grandes y de una esperanza fuerte y viva. Alimentemos esta esperanza con información, inteligencia, criterio, tomemos decisiones que sean relevantes e importantes, vamos a arriesgarnos a ser felices, digamos no a la corrupción y seamos solidarios con nuestra tierra. No es fácil pero vale la pena.
Este proverbio japonés me recuerda que la vida es lo que te pasa en el camino y la felicidad no es un accidente, es mas bien una actitud de vida. Una actitud hacía la vida. Ciertamente las cosas están muy mal en todos lados pero estoy seguro que cuando lleguemos al fondo y ya no haya hacía donde ir, cuando todo lo veamos negro, cuando ya las cosas no puedan ser peor, es en ese momento en que la esperanza aflorará y comenzaremos a salir de nuestro letargo ancestral. Dicen que la esperanza muere al último; yo pienso que no. La esperanza despierta al último y es lo que nos mueve a seguir adelante, a luchar por lo que se perdió, a vivir por lo que se murió. La esperanza nunca tiene que morir en nosotros, se puede quedar dormida, se nos puede olvidar que esta ahí pero nunca se tiene que ir. Cuando todo y todos nos fallen la esperanza que vive dentro de nosotros nos tiene que hacer fuertes y lograr lo que sea que este en nuestra mente. La esperanza no es como el amor que idealiza y engaña, es mas bien fuerza y elixir que nos hace ver las cosas tal como son y nos empuja a que no importa que tan grande y feo sea el monstruo que tenemos enfrente, a ese pinche monstruo nos lo vamos a tronar y lo vamos a dejar mordiendo el polvo. Somos tan grandes como los problemas que enfrentamos y superamos por eso los retos pequeños son para gente pequeña. Las victorias simples son para gente simple. Y la esperanza es solo nuestra. Es en vano tener esperanzas en otras gentes o en otros seres. Eso se llama Fé. La esperanza es íntima y es solo nuestra.
Recordemos que en "La divina comedia" a la entrada del infierno se leia "Oh Vosotros los que entraís abandonad toda esperanza"; y con todo y eso Dante logra salir porque el nunca se despojo de tal esperanza. De igual manera, no abandonemos la esperanza y no nos engañemos. Las cosas serán peor, la violencia nos va a mirar a los ojos, llegará el caos a nuestra casa y aún así vamos a salir adelante porque el reto y el monstruo que se nos viene es enorme y poderoso pero somos personas grandes y de una esperanza fuerte y viva. Alimentemos esta esperanza con información, inteligencia, criterio, tomemos decisiones que sean relevantes e importantes, vamos a arriesgarnos a ser felices, digamos no a la corrupción y seamos solidarios con nuestra tierra. No es fácil pero vale la pena.
Comentarios
Publicar un comentario