Día Eterno

Nací un 22 de Abril.
Mi infancia fue como la de cualquier otro niño de clase media-baja. Mis papás fueron personas normales; mi padre heredo de mi abuelo el oficio de panadero y se quedo con la panadería. Mi mamá era ama de casa y después de mi, vinieron mis dos hermanas. Crecimos en una casa de provincia, de tamaño mediano y puedo decir que aunque teníamos muchas carencias fuimos muy felices. Después de terminar la escuela, regresábamos a casa cruzando los pastizales y nopaleras que había en el trayecto. El aire era limpio y el cielo tenía un dejo de eternidad que hacía que la vida fuera simple y bella. Nos gustaba mucho jugar al explorador y aventurarnos en los amplios terrenos libres de gente y de casas y buscábamos tesoros y lagartijas de diferentes colores. La vida pasaba lenta como presagiando la tormenta que llegaría después.
Como en mi pueblo no había secundaría tuve que salir a la ciudad mas cercana para poder seguir estudiando. No era un viaje largo pero se tenía que tomar un autobús y me encantaba viajar en él. Soñaba que algún día tendría el mio y me iría por el mundo conociendo gente nueva y grandes ciudades. Llenaría el autobús con todos mis amigos y haríamos el viaje de la vida. Un día regresando por la tarde a mi pueblo, de la nada sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. El cielo estaba nublado y de repente se puso tan obscuro que parecía noche sin luna, a pesar de que no eran mas de las 6 de la tarde. El silencio se apodero de las pocas calles y la gente se metió a sus casas. Los pocos que bajamos en el camino corrimos hacia nuestros hogares para evitar una inminente lluvia que nunca llegó. Cuando entre a mi casa mi mamá estaba llorando. Mi padre había muerto.
Mis hermanas se hicieron cargo de la panadería y yo seguía estudiando. Quería estudiar electricidad y ser un ingeniero famoso. Mi meta era llevar la luz a mi pueblo y que todos tuvieran ese invento maravilloso y mágico.  La preparatoria termino y tuve que migrar a otra ciudad mas grande donde hubiera universidad con la carrera de electricidad. Yo cumplía 18 años y la vida seguía siendo normal. Recuerdo que poco antes de entrar a la universidad, enfermé de algo que nadie supo. Tenía mucha fiebre y el "médico" del pueblo no sabía la razón. Duré como 3 días en ese estado y de repente la fiebre desapareció. En ese entonces no existían muchos medicamentos y fue una suerte que no muriera.
La universidad fue y vino y nos graduamos 12 compañeros. Fuimos la segunda generación de ingenieros eléctricos y teníamos tantos proyectos para hacer crecer el país. La vida seguía pasando y ya no regresaba tan seguido al pueblo; eventualmente llego el teléfono y mi familia fue de las primeras en tener ese "aparatejo" en el pueblo; mi mamá era buena gente y dejaba que otras gentes recibieran llamadas en la casa.
En el verano de 1966 yo tenía 30 años y cuando regrese al pueblo mis amigos de toda la infancia se sorprendieron. Yo los veía y el tiempo había sido muy injusto con ellos. Muchos ya tenían el pelo muy canoso, arrugas en la cara, la piel seca, problemas de calvicie, etc...Mucho era porque su vida era en el campo y el sol y la tierra acaban a cualquiera. EL alcohol, sus mujeres y sus niños hacían mas grave la situación y las preocupaciones otro tanto. Mientras tanto yo seguía pareciendo un joven de 20 o 22 años. Nunca me ha llamado la atención el alcohol y procuraba salir a correr y llevaba una vida mas o menos sana. No me había casado por culpa del trabajo y niños todavía no quería. Mis amigos me decían que necesitaba quedarme en el pueblo 6 meses para que el tiempo y la edad me alcanzarían como a todos. Algo que no note, es que mis hermanas, que eran 3 y 5 años mas chicas que yo, ya lucían de mas edad.
En el 68 las cosas se pusieron muy rudas. Las olimpiadas estaban por llegar pero los distubios del 2 de octubre complicaron todo. Yo regrese al pueblo solo para enterarme de que José Manuel, un amigo de la infancia, había fallecido a causa de un infarto cuando barbechaba su sembradío. Era un año menor que yo y parecía 15 mayor. Mi mamá falleció en 1973 y mis hermanas seguían haciéndose mas viejas y yo me veía de la misma edad. De pronto me di cuenta que la gente que conocí de niño en el pueblo ya no estaba. Ya todos habían fallecido. Sus hijos ya eran grandes y algunos aparentaban tener la misma edad que yo pero eso no era posible. La gente en el pueblo me empezaba a ver de una forma muy rara. Yo diría que con miedo. Regrese a la ciudad y  con unos cuantos días de trabajo olvide lo ocurrido. Hasta que vino la reunión anual de ex-alumnos en 1980. Yo tenía 44 años y mis compañeros de la facultad eran mas o menos contemporáneos míos pero sucedió lo mismo que en el pueblo. Todos ellos se veían mucho mas grandes. ¿O era al revés? Yo seguía luciendo como alguien de veintitantos y eramos todos de mas o menos la misma edad!!. Yo lo seguía atribuyendo a no tomar licores y al ejercicio, que de pronto se había puesto de moda. Sobra decir que la apariencia de una edad mucho menor a la que tenía era un gran atractivo para las mujeres y no me iba mal en ese aspecto.
En 1986 vi una película que hizo que la piel se me pusiera chinita. Se llamaba "highlander, el inmortal". Trataba sobre un tipo que no podía morir. "Es ficción" me dije después de pensarlo. Yo tenía 50 años.
Regrese al pueblo en 1990 y fue la última vez que estuve ahí. Ya no existía nadie de mi infancia. Los hijos de mis amigos me daban la vuelta y mis hermanas me dijeron que la gente contaba historias. Historias de mí. Las contaban para espantar a los niños. Cambiaron la historia de "va a venir el señor del costal y te va a llevar" por la historía de "va a venir el señor que no envejece y te va a chupar la juventud"...mis sobrinos se escondieron cuando fui a la casa y me fui destrozado. De regreso a la ciudad tome la decisión de buscar un trabajo en otro lado, lejos, donde no me conociera nadie. No sabía que me pasaba. Me veía al espejo y no tenía ninguna arruga. Mi piel era normal, no se me caía el pelo mas de lo normal...claro que a veces me enfermaba, de gripa o por comer algo en la calle. Voy al dentista y me han cambiado algunos molares como a todo el mundo. Si me corto me sale sangre y por supuesto que es roja. Era una persona normal salvo porque los años no pasaban por mi.
Con la llegada de las computadoras y los archivos y todo esto se vinieron mas problemas. no podía ir a un trabajo con mi documentación original porque la gente no creía que alguien de 60 años pesara 55 kilos y pareciera un chamaco de 30 o menos. Alguna vez en un trabajo amenazaron de meterme a la cárcel por falsificación de documentos y ellos me dieron la idea. Desde 1997 he tenido que falsificar mis documentos para poder trabajar. Aproveche mi apariencia para estudiar un postgrado en electrónica y computación. No puedo estar en un lugar por mucho tiempo y no puedo mantener relaciones personales muy estrechas con nadie. Ni pensar en formar una familia. El amor esta prohibido.
Con esto del intenet he intentado buscar casos como el mío. En la película de Highlander eran muchos inmortales; igual y habrá mas gente como yo, pensé. Encontré gente que come vidrios y metales, gente que puede saborear los colores y gente que recuerda todo en su vida, otros pueden hacer operaciones matemáticas de muchas cifras y hasta mujeres que tienen mas de 200 orgasmos al día pero a nadie que no envejezca. Me he realizado estudios médicos, algunas radiografías e incluso un perfil hormonal y todo es normal. Ninguna anomalía. En el 2005 comenzaron a salirme algunas canas y casi hago una fiesta por tal evento. Mis primeras canas las tuve precisamente a los 69 años. Que irónica es la vida.
Hoy es 22 de Abril del 2010. Es mi cumpleaños. Cumplo 74 años y parezco de 30. No se si puedo morir, supongo que si pero no me interesa comprobar ahora ninguna de las dos opciones. Me siento físicamente en inmejorable estado, nunca me enfermo de gravedad y estoy pensando en pintarme las canas. Tengo que moverme de un lugar a otro y falsifico mis documentos para trabajar. he tenido una vida larga y en su mayoría buena pero estoy solo. Estoy condenado a no formar vínculos con nadie que no sean mis mascotas y no tengo la menor idea de hasta cuando terminé esto. De lo único que si estoy cierto es que no lo voy a desperdiciar. Si la vida es corta para la mayoría de la gente, para mi no lo es. Quizás el día de mañana el tiempo se de cuenta que me le olvide y me caigan todos los años que me faltan de golpe. Tal vez hoy me vaya a la cama y no vuelva a despertar jamás. O quizás este celebrando el tricentenario en el 3010. Por lo mientras hoy es mi cumpleaños y voy a festejarlo. Brindaré por el tiempo y por la vida; por mi familia y porque en un pueblo en el bajío mexicano ya no cuenten la historia del señor que no envejece. Quiero regresar a mi tierra y morir ahí y que el día se haga eterno.
Feliz cumpleaños!!

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