Mi amor platónico



Mi primer amor platónico fue una niña que vivía en los departamentos de arriba de donde vivíamos. La verdad ya no recuerdo como era ella pero lo que si recuerdo y dejo una huella muy profunda fue un ladrillo que me aventó desde su puerta y lo detuve con mi frente. Podríamos decir en verdad que el primer amor me noqueo y bien. Después de ese "doloroso" primer encuentro con el amor me dije a mi mismo, "mi mismo, si te vas a enamorar procura que no sea de una niña que viva en los departamentos de arriba, que no tengan ladrillos a la mano y que sean un poco mas maduras". Los amores infantiles son muy bonitos porque son inocentes y quizás tu única aspiración real es un besito así de piquito y tomarte de la mano y compartir el recreo. Pero resulta que en mi caso eso nunca sucedió en primer lugar porque hasta quinto de primaria en la escuela donde iba todos éramos niños y creo que desarrollamos mucho mas el instinto lúdico (entiendase hacer desmadre y medio) que otras cosas. En sexto de primaria mis papas me cambiaron de escuela y ya era grupo mixto y ahí otra vez me encontré de frente con el amor. Esta vez no fue un ladrillo pero si fue una cachetada, la primera de varias, debo decir. Aquí el problema no fue la cachetada en si que esa niña de cuyo nombre no quiero acordarme me propino sino mas bien que me la dio enfrente de tooodo el salón y pues ustedes comprenderán que los niños a esa edad somos muy carrillas y burlones así que se imaginaran todas las burlas que ese evento me obsequio.
Mi verdadero primer amor platónico llego en la secundaria, el mismo primer día de clases. Una compañerita llamada Cristina me gusto desde ese primer momento que la vi. Por definición "amor platónico" es aquel que es imposible, que no se puede alcanzar o lograr con alguien que puedes conocer o no. Pues lo mas triste era que yo también le gustaba a ella pero yo era muy tímido y joven y la vez que quise decirle lo que sentía simplemente no pude. Me tuve que tragar ese amor a la siguiente semana cuando la vi con otro chavo y entendí que el amor solo llama una vez a tu puerta y que si lo dejas ir ya no va a regresar.
Mi segundo amor platónico fue mi maestra de ingles. Miss Tony. Yo tenia como 15 o 16 años y ella ya era una mujer madura de aproximadamente 30 o 35 años y a mi simplemente me encantaba. Segura de si misma, inteligente, siempre alegre y exigente pero siempre ahí para ayudarnos. Miss Tony me dio 2 años clases y creo que se daba cuenta que mis ojitos brillaban cuando estaba en clase pero obvio que ya a esa edad entendía que no debía hacer ni decir nada, solo disfrutar esos momentos.
Mi tercer amor platónico fue Sonia. Ella era de una galaxia muy muy lejana y solo la escuchaba en sus transmisiones de radio; la voz mas linda de este universo y no les cuento como nos hicimos amigos porque, como diría la nana "esa es otra historia"!! Lo bueno de los amores platónicos es que si sabes y entiendes que son imposibles no te dañan mas bien te motivan, te alientan, te dan consuelo. Y otra cosa muy bonita de este tipo de amores es que puedes tener muchos y ninguno sustituye al otro, todos coexisten y conviven en paz y no hay broncas de celos ni rollos extraños, ni tienes que dar explicaciones y mucho menos tienes que esconderlos o negarlos. Son nobles y cálidos.
Otra cosa padre de los amores platónicos es que tu los escoges a ellos, no ellos a ti. Por ejemplo a mi me encanta Anna Torv, la chava que sale en la serie de "Fringe" y decido que ella será mi amor platónico y ya!! Es todo!! No tengo que decirle nada, ni comprarle nada, ni invitarla mil veces al cine, ni arrastrarme un mes atrás de ella, ni esperar una vida a que se digne a darme el si; no...nada de eso...es mas ni siquiera se tiene que enterar o le tiene que importar. Y en caso de que no haya nadie así como que te llene el ojo pues la puedes inventar y ponerle y quitarle virtudes o defectos a tu entero gusto; por ejemplo, la puedes inventar morena, de ojos verdes, sumisa y que ella pague las cuentas.
Hoy mi amor platónico se llama, digamos, Galilea. Es pelirroja, de senos pequeños y una risa encantadora. Elegí que no es celosa y siempre me será fiel. Sabe hacer de comer delicioso y le gustan los cómics y los videojuegos. No le gustan los gatos y le va al América porque necesitare con quien pelear de vez en vez. No ronca cuando duerme y no se le cae el pelo cuando se baña. Será medio enojona pero dejara que se lo quite a besos y a veces le gustara hacerme la vida imposible pero cuando estemos lejos moriré por estar con ella.
Entiendo y se que ella es imposible y nunca podré besarla ni estar con ella en esta realidad, su vida y la mía nunca serán compatibles y si existe seguro que vive al otro lado del mundo, lejos de mi. Pero este ideal, este amor imposible me da fuerza cada mañana cuando despierto y en cada aliento de aire que entra en mis pulmones. La necesito para vivir hoy, para poder vivir mañana. Ella me da la fuerza que requiero para seguir de pie, para salir y enfrentar un mundo hostil y que quiere arrancarme los ojos y la fe. A veces en las noches se aparece en mis sueños y calma mis angustias y me acaricia y me habla dulcemente al oído y reconforta mis heridas. Me pide que no la busque, que deje las cosas tal cual son, así, imposibles. Y lenta y calladamente lo entiendo y cierro los ojos y me duele.
Me dueles tanto.

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